Cuando el silencio de esa palabra dice más que un grito absurdo e incoherente. Cuando las miradas y el silencio entre ellas besan, abrazan y sienten apasionadamente. Cuando el silencio de ese corazón triste se transforma en poesía deprimida. Pero sobre todo cuando las emociones se expresan mejor en silencio.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Dibujada una Tristeza


Pequeña mujer, el miedo y la desesperación ha llegado a paralizarte todos los sentidos.
Tu mirada delata aquella desilusión, ya no eres la misma, te cambió el destino.
Eres frágil y fuerte, el silencio se hace presente en tu dolor.
Angustia desmedida, quiero comprenderte.

Nadie sabe lo de nadie, sin embargo resulta tan fácil juzgar  una realidad.
El dolor se hace cada vez más grande, pero nadie lo nota.
Te volviste indefensa, lo percibo, lo intuyo, lo siento.
Te sientes sola y desprotegida lo noto en tu expresión, quiero calmar tu ansiedad.
Quiero borrar tus temores y pintar emociones de colores.

Saber con certeza si hiciste lo correcto, nadie lo sabe, quizás el tiempo sí.
Se apagaron tus sueños, perdiste tu sonrisa, y ya nada queda.
Pálpitos frecuentes y sueños difusos, se apoderaron de tu cuerpo y de tu mente.
No quieres sentirlos, pero es inevitable, la vida se puso dura, no es justo.

Y así vamos haciéndonos fuertes, con golpes profundos pero necesarios.
Te marcó la vida o quizás el destino.
Te perdiste entre risas para sumergirte en sombras.
Te fui perdiendo de a poco, en un solo golpe te fuiste alejando. 


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